viernes, 27 de mayo de 2011

Petite Sirah

En un juego de palabras con el Syrah o el Shiraz, el Petite Sirah tiene muy poco de petit y sí mucho de Durif. No esperemos que su uva sea delicada ni muy parecida al Syrah o Shiraz. Para regodeo de sus aficionados, redunda en un vino más fuerte y corpulento a la vista, al olfato y paladar.

A pesar de su misterioso origen, esta uva nació en Rhône, Francia, y los estudios de ADN muestran que viene de un cruce entre el polen del Syrah y la uva Peloursin. Fue bautizada Durif, apellido de quien desarrolló su cultivo, hoy casi extinto en su tierra natal. Petit Sirah encontró el éxito en el nuevo mundo, fundamentalmente en California, USA, y en Australia. También la encontramos en Argentina, Chile e Israel.

Petite Sirah es una uva resistente. El petite o pequeño viene del tamaño de la uva y no de la vid. Es además de piel gruesa y especialmente vigorosa. Produce vinos de color intenso y profundo, con tonos decididos a ciruela, frutos oscuros del bosque y pimienta negra. Se destaca por sus fuertes taninos que le regalan la posibilidad de más de 10 y 20 años de guarda.

Si bien encontraremos vinos de Petit Sirah exclusivamente o varietal, su cultivo responde más a la necesidad de enriquecer o complementar otras variedades para producir vinos. Se usa para aumentar la intensidad de color y los taninos de otras uvas, como el Zinfandel y el Cabernet Sauvignon, entre otras.

Un buen plato de carne roja, asada o guisada con ricas especies y pimienta negra, armonizarán estupendamente con el Petit Sirah. No es un vino para disfrutar con aperitivos y platos de delicado sabor. Es el vino que necesita que le abran paso y lo hagan esperar. Se parece al dicho de los perfumes. El Petit Sirah viene envasado en una uva pequeña pero resulta imponente al paladar.

Tan imponente como la vida misma… ¡al ritmo del vino!

Inés Urdaneta

“El buen vino no necesita límites”
William Shakespeare