viernes, 26 de agosto de 2011

Maridajes discordantes

Hay uniones felices y las hay nunca correspondidas. Muchas veces creemos que la comida o el vino están defectuosos y la realidad es que la combinación resulta repulsiva. Como bien dijo Taylor Eason, es como tomar jugo de naranja o leche después de cepillarse los dientes. Hoy veremos algunas desarmonías frecuentes en el mundo de la gastronomía y el vino, que son preferibles evitar.

1) Espárragos, coles de Bruselas y brócolis: poseen sabores dominantes y liberan compuestos sulfurosos que repelen cualquier vino. Hay quienes se aventuran a opacarlos con vinos tánicos como el Cabernet Sauvignon. Pero opacar no es realzar o enriquecer. Si ya el plato está servido, es preferible tomar agua por vino justo después.
2) Vinagre: Cualquier ensalada o plato en el cual domine el vinagre mata a cualquier vino. Al igual que en el punto anterior, agua sería una mejor opción.
3) Pescados blancos y escamosos: Hay quienes piensan que el mejor vino blanco es un tinto. Pero en el caso de estos pescados delicados, los tintos fuertes como el Cabernet Sauvignon o Shiraz, pueden no solo opacar al pescado, sino también agriar su sabor.
4) Queso azul: Si piensa que el sabor fuerte de los azules es indomable, no intente aparearlo con un Sauvignon Blanc. Es preferible casarlo con un afrutado dulce, que con es un afrutado seco que lo agriará.
5) Picantes: Hay picantes de picantes… Los más aromáticos que realzan el sabor de algunas comidas podrán encontrar pareja. Pero si está por quemarse las papilas gustativas con chiles fuertes, no malgaste ninguna botella de vino para acompañarlos. ¡Es preferible tomar leche!
6) Tortas “pound cakes” o bizcochos: suelen ser muy dulces y, aunque en ambientes festivos solemos acompañarlos con espumantes o champañas secas, estas suelen añadir algo de amargura a la mezcla.

Definitivamente, hay siempre elementos que es preferible no tenerlos juntos y menos revueltos. Sin embargo, en este tema no existen reglas rígidas y de lo único que se trata es de lo que nos guste o no a cada uno. No tiene sentido recomendar un blanco seco y ácido con un pescado, a quien le disgusta este tipo de vinos.
Afortunadamente, las posibilidades de armonías y de placer son infinitas… ¡al ritmo del vino!

Inés Urdaneta
José Luis Estela


“Si no hay armonía, sólo se es un técnico en cualquier cosa”.
Albert Einstein

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