viernes, 14 de enero de 2011

El Merlot

La uva tinta Merlot conforma los vinos más costosos y codiciados del mundo. Pero los hay de todos los precios y excelentes calidades. Suelen ser descritos como elegantes, afrutados, aromáticos y aterciopelados. Dependiendo de su procedencia y vendimia, pueden resultar más opulentos o más delicados. Son extraordinariamente versátiles. Sus atributos la hacen la uva estrella de Burdeos, Francia, y la segunda de los Estados Unidos después de Cabernet Sauvignon.

Merlot es familia de las Cabernet, Sauvignon y Franc, pero su piel es más delgada, madura más rápido, es más dulce, menos ácida y tiene menos taninos. En consecuencia, sus vinos requieren menos años de añejamiento en botella que Cabernet Sauvignon. Los que provienen de zonas más frías gozan de mayor acidez y los que se elaboraron con uvas menos maduras tienden a tonos más herbáceos que frutales. Además de los vinos 100% Merlot, esta uva también se usa para suavizar y balancear las Cabernet.

Su origen está en Burdeos donde es la vid más sembrada y, además, ostenta su reconocimiento en las etiquetas de los muy prestigiosos vinos de las regiones St. Emilion, Pomerol (su Château Petrus es 100% Merlot), y Medoc. Aquí se producen Merlots de mucho cuerpo. En toda Francia, es la tercera uva después de Carignan y Grenache. A mediados de 1800, Merlot comenzó a internacionalizarse y, actualmente, se cultiva en el resto de Europa, Australia, Sudáfrica y América. Es muy exitosa en Estados Unidos, donde se consumen alrededor de 240 millones de botellas de Merlot californiano al año, sin contar los de Washington y Oregon.

Haber conquistado millones de paladares no es de extrañar. Al no ser tan fuerte, Merlot es un tinto fácil de tomar. No será en general el preferido de los coleccionistas, pero está entre los favoritos de los consumidores del día a día. Es un vino que tiende a ser de cuerpo medio a entero, cuyos aromas y sabores se asocian con cerezas, ciruelas y otras frutas rojas del bosque, vainilla, especies, tabaco, chocolate, café, cedro y roble, ahumados, pimientos y hierbas.

Las distintas gamas del Merlot armonizan con diversas comidas. Los más tánicos parecidos al Cabernet, combinan mejor con quesos de sabores medios a fuertes, carnes de vaca, cerdo y cordero. Los más ácidos provenientes de lugares más fríos pueden tratarse más como los Pinot Noir, y maridan mejor con quesos cremosos, carnes de ave, mariscos de cáscara y pescados grasosos como el salmón, así como con hongos, tomates, pastas, pimientos y arroces. Las comidas picantes acentúan los ácidos y taninos del Merlot, opacando sus demás sabores. La mejor temperatura para servirlo es de 15 a 18º C (58 a 65ºF).

Para disfrutar mejor el Merlot, más vale probar y comparar regiones. Que no queden fuera los de Burdeos, ni los estadounidenses. La elegancia… ¡al ritmo del Merlot!

Inés Urdaneta

“El Merlot se ha convertido en el vino tinto querido. ¿Será porque el Merlot es fácil de tomar, o tal vez porque Merlot es fácil de pronunciar? Mientras lo pienso, por favor, tráigame una copa de Merlot”
Jim LaMar

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