viernes, 3 de diciembre de 2010

Comenzando su colección

Es siempre un halago la distinción que nos hace un amigo cuando, de su colección de vinos, comparte con nosotros una botella que ha soñado y madurado a través del tiempo.  Comenzar la nuestra es interesante y emocionante. Sean 12 o 1000,  lo importante es mantener un principio básico: escoja vinos que le gusten a usted… no los preferidos por otros. Tome en cuenta que la afición así como su gusto, progresan a través del tiempo. Será divertido descubrir la evolución de los matices, la suavidad de las texturas, los taninos, y la complejidad que regala el tiempo a una botella de vino.

Determinar un presupuesto mensual es clave para saber lo que no debe gastar, ¡pero eso no evita que usted lo haga!  Mantenga en mente el riesgo de dejarse llevar por “necesidades ilimitadas”. La inversión inicial se destinará para organizar el espacio y adquirir los primeros vinos. Calcule el promedio de botellas que tomará con regularidad, las de reposición y las de los vinos más robustos que desea madurar. Estas últimas son las más costosas.

La vasta mayoría de los vinos del mercado se consumen en los dos primeros años de haber sido adquiridos. Aunque hay excepciones, como por ejemplo el Riesling, es deseable que los vinos que compre para añejar hayan pasado por barricas de madera. Aunque ya tenga definido los que le gusten, asesórese con expertos. Asista a degustaciones y ferias. Años en botella le sientan bien a las uvas con más taninos como el Cabernet Sauvignon, Syrah, Malbec, Burgundy-Pinot Noir, Sangiovese, Nebbiolo, Zinfandel, Porto y algunos Merlot. Los blancos, como Chardonnay, Graves, Riesling y Sauvignon Blanc, resisten menos años. ¡No olvide incluir la Champaña!  Las regiones clásicas de las uvas que mejor añejan son Francia,  (Bordeaux Cru glasse y Bourgogne Premier Cru y Grand Cru, Rhône, Graves y Pessac-Leognan),  Estados Unidos (Cabernet Sauvignon y algunos Pinot Noir), España (Reserva y Gran reserva de Rioja, Ribera del Duero, Priorato), Argentina (Malbec), Italia (Barolos y Brunelos), Australia (Shiraz), entre otras… De cualquier manera, antes de adquirir sus cajas, asegúrese de que los años de vendimia hayan sido excelentes.

El tiempo que añejemos un vino puede variar de 1 a 100 años. Actualmente, existen programas computarizados y cibernéticos en los que usted registra sus vinos y éstos le recomiendan cuándo abrir cada botella y con qué comidas armonizarlos mejor. Una caja le permitirá probar la evolución de un mismo vino en sus distintas etapas. La segunda será su trofeo una vez llegado al clímax.

En la mente de un coleccionista suele rondar la idea de una buena inversión. Desde luego, añejar en su cava particular aumentará el valor de sus botellas de vino ya madurados. “Tiempo es dinero”. Pero hay que garantizar ciertas condiciones de principio a fin. Los vinos que tradicionalmente se revalorizan más han sido los mejores de Francia, especialmente de Burdeos y Borgoña. Las cajas suelen estar pre-vendidas y son costosas. Como hay historia de falsificaciones, es importante pedir los certificados de origen y los que garantizan condiciones óptimas de manipulación. Por otro lado, al igual que con el dinero y los inmuebles, es recomendable diversificar su inversión. No adquiera gran parte de los vinos del mismo tipo, año o región.

Las condiciones de almacenamiento de su colección deberán seguir unos requerimientos para optimizar el valor y la calidad. Éstos toman en cuenta la temperatura, la humedad, la luz, la colocación y el movimiento.  De esto hablaremos en una próxima edición.  

Pocas cosas en la vida de un coleccionista de vinos, se comparan con la emoción de anticipar la promesa de un vino y el placer de abrirlo, contemplarlo, olfatearlo y degustarlo…   De cualquier manera, tanto para comprar vinos, como para madurarlos y disfrutarlos, rige el mismo principio, “Piano, piano, si va lontano”. Poco a poco, se llega lejos… ¡al ritmo del vino!

Inés Urdaneta
José Luis Estela

 “Hoy es vida, la única vida de la que está seguro. Aprovéchela al máximo. Tome interés por algo. Agítese hasta despertar. Desarrolle un hobby. Deje que los vientos del entusiasmo lo hagan vibrar. Viva hoy con gusto”
Dale Carnegie.

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