lunes, 1 de noviembre de 2010

Provocando al apetito…

Jugosos, cremosos, consistentes, fríos, calientes, salados, dulces o picantes… Pequeños y sugerentes bocados que despiertan nuestra curiosidad y nuestro apetito, provocan el deseo y lo seducen. El aperitivo excita nuestros sentidos, nos abre la puerta y nos sugiere el camino.

Los latinoamericanos suelen asociar el aperitivo con pequeñas porciones de comida que anteceden al almuerzo o la cena. Los europeos y anglosajones lo traducen como bebida.  El hecho es que ambos sirven al mismo fin, atraer al apetito, halagarlo y cautivarlo.

Llámense abre bocas, botanas, boquitas, tapas, pinchos, canapés, picadera, pasapalos u hors d'oeuvres… nada como bailarlos al ritmo del vino  para quedar prendados. 

Los quesos resaltan su sabor y textura frente a vinos que no los opaquen.  Los suaves combinan bien con Champaña, Cava o espumante, los vinos rosados y los blancos frescos. Los cremosos suelen armonizar con los blancos que son familia del Sauvignon, con el Sancerre, o los tintos suaves como Pinot Noir o Shiraz.  Los quesos fuertes y secos los puede acompañar con tintos robustos, crianzas o reservas.

Los patés armonizan excelentemente con el dulce Sautern.  Y al caviar lo complementa muy bien el Champaña, la Cava o espumante.

Por su contenido graso y salado, los jamones, chorizos y aceitunas, necesitan tintos tánicos y ácidos que los complementen y los potencien mutuamente. Pruébelos con un Malbec y los menos grasos con un buen Merlot.

Las nueces y los crujientes salados necesitan blancos fuertes y secos como el Jerez.

Los frutos del mar frescos y con cáscara, así como las terrinas o mousse de pescado,  armonizan estupendamente con Alvariño, Pinot Grigio y el Riesling. También armonizan con espumantes y rosados secos. Evite el uso del limón que afectará dramáticamente el sabor del vino.

Como por lo general, solemos degustar aperitivos variados, entonces vale la pena unificar el vino. Champaña, Cava o espumante, el Pinot Grigio, Pinot Noir, o un buen rosado, pueden acompañarnos a lo largo del cortejo al apetito.

Ésta es la danza inicial de un festín de sabores, aromas, armonías y sensaciones que vienen después. El apetito queda exaltado.
¡Buen provecho!

Inés Urdaneta
José Luis Estela

"La comida no es más que una excusa para beber buen vino"
Autor desconocido.

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